Inteligencia Emocional


“Al menos un 80% del éxito en la edad adulta proviene de la inteligencia emocional” (Daniel Goleman).

Autor: Jimena Mijares Fajardo

Fecha: Diciembre del 2016

La inteligencia emocional es la habilidad para identificar y dirigir los sentimientos de forma adecuada y precisa. Es la capacidad para asimilar, regular y modificar las emociones . Implica 4 habilidades en cadena:

  1. Percepción y expresión
  2. El primer paso es identificar “¿Qué siento?” Y “¿Esto que siento cómo se llama?” El éxito en esta fase se da cuando la persona es capaz de poner una etiqueta verbal a su emoción y darle un nombre: “me siento enojado”. También implica identificar las emociones en los demás: ¿Cómo se siente la persona que está frente a mí? Además, es saludable decirle al otro cómo percibimos su estado emocional, por ejemplo, “te noto frustrado”.

  3. Facilitación
  4. Las acciones que tomamos y los pensamientos que tenemos son influidos por cómo nos sentimos. La toma de decisiones y la forma de razonar está muy relacionada con las emociones. Si ponemos atención a nuestros sentimientos serán mejores las decisiones que tomemos. Por ejemplo, no tomar decisiones importantes, con efectos a largo plazo, cuando hay muchas emociones de por medio.

  5. Comprensión
  6. Comprender una emoción implica darse cuenta de su causa y su consecuencia. Por ejemplo, reflexionar y poder decir “con razón me siento enojado” y “cómo me está afectando sentirme enojado”. En esta tercera fase se da la empatía es decir, comprender lo que el otro siente y necesita. Por ejemplo, “tuvo un día pesado, se siente cansado, lo voy a dejar dormir o se pondrá irritable”.

  7. Regulación
  8. Hasta no haber identificado la emoción, ponerle una etiqueta verbal, una causa y una consecuencia, no se pueden regular. La regulación emocional significa ser capaz de moderar las reacciones emocionales ante situaciones intensas. Se trata de canalizar y guiar las emociones para evitar respuestas emocionales descontroladas. En esta fase la voluntad es fundamental. Por ejemplo, respirar hondo antes de gritar en una discusión.

En resumen, la persona con inteligencia emocional entiende cómo se siente (percepción), toma decisiones inteligentes (facilitación), entiende por qué se siente así y en qué formas le afecta (comprensión) y puede expresarlas (regulación).

¡Estas cuatro fases pueden desarrollarse y con el tiempo ser más inteligente emocionalmente!

¡Pónlas en práctica!

Si deseas conocer más sobre la inteligencia emocional, contacta a nuestros psicólogos en Puebla en el centro de psicología Serenamente.


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Bibliografía: Goleman, D. (1996) Inteligencia Emocional. Ed: Kairós.



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