Un hermano es para siempre
Autor: Yolanda Fajardo Ponce
Fecha: Enero del 2019
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El tener un vínculo fraterno hace que nos preocupemos más por el otro que por nosotros mismos, que nazca la idea de quererlo cuidar, proteger y amar; independientemente de las posibles discusiones o contratiempos que puedan pasar. Siempre procurar su bienestar es uno de los aspectos a considerar cuando tienes un hermano; un cómplice de vida.
Tener hermanos crea muchos beneficios a lo largo de la vida que no solemos conocer o identificar, por ello se mencionaran algunos a continuación. Tener un hermano es aprender a enseñarles, a ser un profesor o una maestra, ya seas el menor, mayor o el de en medio, el ser hermano te hace aprendiz y maestro al mismo tiempo. Existen cosas que solo uno de ellos conoce y es presentado y enseñado por el otro, ya sea de la escuela, de la vida, etc. Te ayuda a prepararte para solucionar problemas y conflictos a lo largo de tu vida, te enseña a ser generoso, compartido.
Sobre todo te ayuda a socializar, el tener un hermano es aprender a estar con otras personas, negociando, interactuando, divirtiéndote y hasta discutiendo. Te ayuda a ser empático, y eso no se aprende con facilidad, incluso mejora la salud mental, para expresar y conocer más las emociones que sentimos.
Tener un hermano es abrir tu corazón para compartirlo con alguien, para aliarte y construir un vínculo fraterno basado en el amor, respeto, unidad y cariño. Siempre tenemos algo que aprender entre ellos, hay un lazo que siempre existirá.
Si deseas conocer más sobre los hermanos, aprendizajes y dinámicas en esta relación, contacta a nuestros psicólogos en Puebla, en el Centro de Psicología Integramente.
Referencia:
García, V (1990). La educación personalizada en la familia. Ediciones Rialp, Madrid.
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