Hay dos estrategias diferentes que los humanos han estado usando durante miles de años para encontrar alguna forma de bienestar.

La primera es la "más", en la que las personas intentan encontrar más dinero, más poder, más cosas, más validación y más éxito en el mundo exterior. 

Si bien no hay nada de malo en los aumentos temporales del bienestar, el problema con la estrategia "más" es que simplemente no es sostenible. La estrategia "más" cuesta mucho tiempo, energía y recursos para mantenerla.

La segunda es la estrategia "suficiente", en la que las personas dirigen su atención hacia adentro para encontrar la felicidad que ya tienen dentro. 

La raíz de la palabra contentamiento proviene del latín contentus , que significa "unidos" o "intactos, completos" Originalmente, se usaba para describir contenedores; más tarde, la palabra se convirtió en algo que podría reflejarse en una persona, que describe a alguien que se siente completo, sin deseos más allá de sí mismo.

Esta perspectiva cambia toda la narrativa de la búsqueda de la humanidad por algo más grande. Todas las demás emociones requieren información externa; son reacciones al mundo exterior. La satisfacción, por otro lado, no requiere aportaciones externas y se obtiene completamente desde adentro. En lugar de buscar fuentes externas de felicidad, que siempre estarán fuera de nuestro control, la satisfacción ofrece un poder y una estabilidad increíbles.

El contentamiento proviene de nuestra relación con lo que sucede a nuestro alrededor, en lugar de nuestra reacción. Es la comprensión pacífica de que somos íntegros y completos tal como somos.

En lugar de luchar por la felicidad temporal, podemos asentarnos en un sentido de satisfacción sostenible que nadie puede quitarnos, y tampoco nadie nos puede dar. Ya está dentro de nosotros, y solo se necesita un poco de práctica para comenzar a experimentarlo por nosotros mismos.

Es el cultivo de la atención centrada en el momento presente, sin juzgar tus experiencias como buenas o malas. Es una de las prácticas más estudiadas para calmar el cuerpo; la ventaja adicional que te ofrece es que te das cuenta de cómo te sientes. 

Concéntrate en este sentimiento y cultívalo para que puedas traerlo a tu vida cada vez con mayor frecuencia.

Una contingencia de bienestar es un factor externo que crees que es necesario para que te sientas completo como ser humano. 

Si bien está bien tener metas, los apegos poco saludables a las contingencias de bienestar pueden ser problemáticos, porque crean dependencias que están fuera de tu control. También refuerzan la idea de que no puedes estar bien en este momento y que el amor propio y la aceptación deben esperar hasta más tarde.

Tómate un tiempo para reflexionar y trazar un mapa. Pregúntate cómo puedes comenzar a sentirte pleno, completo y aceptarte incondicionalmente en este momento.

Esta es una práctica difícil y probablemente no te gustará, al principio. Las emociones tienen una vida útil. Tienen desencadenantes, se elevan a su punto máximo y luego disminuyen suavemente antes de ser reemplazados por una nueva emoción. El problema surge cuando comenzamos a crear relaciones poco saludables con nuestras emociones. Resulta que al final del día, todas las emociones están aquí para guiarnos y brindarnos información valiosa.

El contentamiento es la aceptación subyacente de lo que significa ser humano, un amor incondicional por todas las experiencias de la vida, sin la necesidad de nada más que lo que está aquí ahora mismo. Una vez que aprendamos cómo traer esto a nuestras vidas de manera regular, finalmente podremos comenzar a comprender qué querían decir los antiguos con el conocimiento de lo suficiente, la aceptación del momento presente y la verdadera felicidad.

Si tú o alguien que conoces le gustaría trabajar en este tema recuerda que podemos ayudar. Contacta a un psicólogo o psicóloga dentro de nuestro equipo de psicoterapeutas, para agendar una sesión online o presencial.