Para invertir en ti mismo, puedes empezar a través de las siguientes áreas de tu vida:

Invertir en tu autoconfianza: Te permitirá ponerte de pie y tomar coraje para emprender todo aquello que generará frutos en tu vida. Te dará fuerzas para tomar decisiones por tu propio bienestar, sin tomar primero en consideración el bienestar de otros. Por consiguiente, te permitirá plantearte metas a corto plazo, alcanzarlas y abonar en una meta más grande y mayor plazo.

Invertir en conocimiento: Si alguna vez escuchaste que la mayor inversión es la educación, esa persona estaba en lo correcto. El conocimiento es la herramienta central para lograr ser una mejor persona. No ver tanta televisión y aventúrate en el mundo del conocimiento, a través de libros, artículos de actualidad y documentales, será una inversión en conocimiento propio. Nunca es tarde para inscribirte al curso, diplomado, licenciatura o maestría que siempre soñaste.

Invierte en salud: La salud va mucho más allá de ir al dentista, al médico, al nutriólogo o inscribirse al gimnasio. La salud también está relacionada con todo aquello que te hace sentir más tranquilo y saludable, física y mentalmente. Salir a correr o andar en bicicleta no solamente es una actividad física, sino también es una forma de invertir en tu salud mental.

Por ejemplo, ir a psicoterapia también es una decisión por amor propio, es enfocarte en tu amor propio y tu propia mente. Inscribirte a un curso de arte es invertir en tu creatividad y dedicar un rato a tu niño interior. A la vez, dedicarles tiempo a tus plantas, la decoración del hogar o jugar un videojuego por un par de horas, es invertir en ti, en todo aquello que te llama la atención y te hace sentir pleno.

Invertir en tus finanzas: La felicidad no está relacionada con el dinero, pero un manejo sano del dinero sí está relacionado con mayor independencia y mayor tranquilidad. Siempre antes de gastas pregúntate ¿lo necesito? Si tu respuesta es no, la siguiente pregunta es ¿dentro de mi presupuesto logro darme este gusto? Los expertos refieren que el bienestar financiero es un proceso lleno de pequeñas acciones que se reflejan a través del tiempo.

Invertir en tus relaciones interpersonales: Las relaciones le agregan sabor a tu vida, siempre y cuando sean cultivadas por ambos integrantes. Estas no crecen de la noche a la mañana, son como las flores, las cuales necesitan sol, agua, abono y cuidado; su crecimiento se ve a mediano plazo y sus frutos surgen a largo plazo. Invertir en una relación, tanto de amistad, laboral o de pareja, desde tu propia perspectiva, siempre va desde el valor que esta agrega a tu vida y como te hace sentir con mayor plenitud, independencia y bienestar. Sin embargo, la primera relación en la puedes invertir es contigo mismo, para después poder disfrutar de la relación con otros.

Por consiguiente, la inversión en ti es algo que empiezas a hacer hoy, que le dedicas tiempo mañana y que tendrá resultados a corto, mediano y largo plazo. Va más allá de la inversión material, está más relacionado con una inversión hacia tu interior. Sé tu mismo, has lo que tiene mayor congruencia con quien tú eres y has lo que mejor puedes para lograr de ti una mejor persona. Invierte en ti emocional, física, espiritual y financieramente, lo cual permitirá que te conviertas en una mejor versión de ti mismo.

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